miércoles, 7 de julio de 2010

ACUSAN A SACERDOTES DE INSTIGADORES, ENTRE ELLOS AL OVISPO DANIEL THURLEY

En la mira. Son Religiosos que trabajan en el nororiente del país junto a nativos. Su apoyo a los indígenas ocasionó que los acusen de soliviantar a esta población en contra del Estado y de desvirtuar la labor pastoral.

Elizabeth Prado

Desde las protestas nativas del 2007, cuatro sacerdotes ambientalistas, que coincidentemente trabajan en el norte del país, son acusados por congresistas del Apra y funcionarios del Ejecutivo de desvirtuar su labor pastoral y dedicarse a soliviantar a la población nativa en contra del Estado.

José Luis Astigarraga, obispo de Yurimaguas; Daniel Turley, obispo de Chulucanas; y Francisco Muguiro, sacerdote de la Vicaría de Jaén, recibieron críticas directas de los congresistas Aurelio Pastor, Aníbal Huertas y Wilder Calderón a raíz del paro amazónico contra la explotación minera del año pasado.


Junto a Mario Bartolini, párroco de Barranquita, estos religiosos tienen en común el haber llegado desde Europa hace más de treinta años y trabajar en defensa del medio ambiente y los derechos indígenas, siguiendo los planteamientos sociales del documento episcopal denominado Aparecida.

Denuncia penal

El sacerdote Mario Bartolini podría ser sentenciado a once años de reclusión por los delitos de entorpecimiento de los servicios públicos e instigación a la rebelión, a raíz del levantamiento indígena de abril a junio del 2009, pero el juez Julio César Aquino Medina, de la Corte de San Martín, no pudo dar lectura a la sentencia el 15 de junio pasado debido a su recargada carga procesal.

Luego de los sucesos de Bagua, el sacerdote italiano fue categórico al expresar que “ser creyentes no significa aceptar la acción criminal de las autoridades que hoy nos gobiernan, les tenemos que decir asesinos a quienes matan por el dinero”, afirmó entonces.

Su labor en Barranquita, región San Martín, junto a los campesinos y los nativos es conocida. No ha dudado en ponerse del lado de esta población, primero frente a la empresa Andahuasi y luego al Grupo Romero, cuando este último abrió trochas sin respetar los cultivos de los lugareños.

Congresistas lo acusan

En agosto del 2009, los congresistas apristas Aníbal Huerta, Wilder Calderón y Aurelio Pastor denunciaron ante la fiscalía al Monseñor José Luis Astigarraga por los presuntos delitos contra la seguridad pública, bloqueo de carreteras, apología del delito de rebelión y otros más.

Debido a estas denuncias el obispo de Yurimaguas fue citado por la Policía Nacional para que aclare las imputaciones de los legisladores del partido de gobierno, especialmente en lo referido a la toma de la vía Yurimaguas-Tarapoto.

También le solicitaron documentos sobre el funcionamiento de la emisora de su Vicaría, Radio Oriente, e investigaron el contenido de la información emitida durante la toma de la vía por los nativos.

“Falsos Cristos”

El apoyo del obispo de Chulucanas Daniel Turney a los campesinos de la sierra piurana en el 2007 generó que el presidente Alan García le dijera que ninguna iglesia iba hacer el milagro de desarrollar el país sin dinero.

Además a los sacerdotes del norte peruano y a los ambientalistas que estaban abocados a defender los derechos de las comunidades ante el avance de la industria extractiva, García los llamó “falsos Cristos”.

Francisco Muguiro, sacerdote de la Vicaría de Jaén, también fue acusado por un canal de televisión de dirigir una red terrorista unida al narcotráfico.

La falsedad del hecho se probó en un proceso judicial que llegó hasta la Corte Suprema.

Tres de estos sacerdotes, José Luis Astigarraga, Daniel Turley y Francisco Muguiro, son nacionalizados peruanos. Este último fue presidente de mesa en las elecciones presidenciales.

Solo Mario Bartolini ha decidido mantener su nacionalidad italiana.

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