Víctor Elí Domínguez López
No tengo nada contra la candidatura del Mayor Montenegro, por el contrario, la felicito y aplaudo. Sin embargo, ello de ninguna manera significa que la apoye, por el contrario, estoy en otra cancha electoral.
No apoyo a quien nuestra población cariñosamente llama Rambo, porque soy un convencido de su estilo autoritario muy afín con su profesión de miembro de las fuerzas policiales donde la democracia no existe y las decisiones no se consultan ni concertan; Allí se dan órdenes del mando superior al subalterno que se respetan y obedecen sin cuestionar. Ese estilo propio de la familia policial es el que caracteriza al Sr. Montenegro que aunque se esmere por todos los medios de controlar y ocultar lo terminamos verificando cada vez que lo escuchamos o leemos una entrevista suya en los medios de comunicación; le está resultando muy difícil, si no imposible, desprenderse de ese autoritarismo, que en estos tiempos, cuando el derecho a la libertad y por ende el de participación ciudadana está muy estimado, sencillamente no tiene cabida. Es más, el autoritarismo estanca a los pueblos pues genera ciudadanos serviles, con poco capacidad de aporte ya que siempre van a estar a la espera que otros decidan y hagan.
Por otro lado, tenemos que diferenciar el autoritarismo de autoridad pues muchas veces ambos principios se tienden a confundir. Siendo escuetos identificamos dicha diferencia en el respeto irrestricto de los derechos de las personas sobre todo el de opinión y decisión. Quizá muchos piensen que Chulucanas necesita un estilo autoritario para desarrollarse, sin embargo las mejores experiencias de desarrollo que existen a nivel Municipal tienen como Alcaldes a personas que aprecian mucho la democracia como son los casos del Distrito de Limatambo en el Cusco, Quillo en Huaraz y Loja en el Ecuador. Por el contrario, los gobiernos autoritarios antes de ser auténticos motores del tan ansiado desarrollo, han terminado por ser albergue de la corrupción que paradójicamente, el Sr. Montenegro promete combatir.
Una de las segundas razones por las que no apoyo la candidatura del Mayor tiene que ver con sus denuncias pendientes. Chulucanas tiene una amarga experiencia con la candidatura del Sr. Edy Farías, actual Alcalde de la tierra del mango, Limón y cerámica, quien en su oportunidad candidateó y ganó las elecciones y días antes de asumir el cargo quedó impedido de ser Alcalde por una sentencia en su contra y ya todos conocemos el desgobierno en el que se sumió la provincia; Una alcaldesa, vacada luego, otro Alcalde, vacado también y otro Alcalde. En el caso del Mayor había una denuncia en su contra por delito de lesa humanidad en la modalidad de tortura y lo que muchos pronosticábamos ha sucedido antes de lo esperado y hoy, el Mayor, está declarado reo contumaz ya que como todos sabemos en caso de delito de tortura no existe la modalidad de sentencia suspendida sino que todas son efectivas con mínimo de cinco años de prisión. Una situación lamentable pero que ya nos advierte que la historia se puede volver a repetir en caso que el amigo Rambo llegue a ser Alcalde: vacancia, sube su primer regidor y los cholocanos terminamos teniendo un alcalde por el que nadie votó.
Como dije al inicio, no estoy en contra de la candidatura del Sr, Montenegro pero frente a lo que está sucediendo en términos legales con su persona, el Mayor le debe una explicación, no al pueblo de Chulucanas, sino a la gente que lo sigue y lo apoya, a aquellos que creen en su propuesta y en su persona y agotan todo su esfuerzo por llevarlo a palacio municipal. No a la población de Chulucanas porque no todos compartimos sus ideas, propuestas y estilo que, claro está, no rechazamos, por el contrario, respetamos bajo los principios democráticos de la pluralidad y libertad, algo que los demócratas estimamos en grande.
No apoyo a quien nuestra población cariñosamente llama Rambo, porque soy un convencido de su estilo autoritario muy afín con su profesión de miembro de las fuerzas policiales donde la democracia no existe y las decisiones no se consultan ni concertan; Allí se dan órdenes del mando superior al subalterno que se respetan y obedecen sin cuestionar. Ese estilo propio de la familia policial es el que caracteriza al Sr. Montenegro que aunque se esmere por todos los medios de controlar y ocultar lo terminamos verificando cada vez que lo escuchamos o leemos una entrevista suya en los medios de comunicación; le está resultando muy difícil, si no imposible, desprenderse de ese autoritarismo, que en estos tiempos, cuando el derecho a la libertad y por ende el de participación ciudadana está muy estimado, sencillamente no tiene cabida. Es más, el autoritarismo estanca a los pueblos pues genera ciudadanos serviles, con poco capacidad de aporte ya que siempre van a estar a la espera que otros decidan y hagan.
Por otro lado, tenemos que diferenciar el autoritarismo de autoridad pues muchas veces ambos principios se tienden a confundir. Siendo escuetos identificamos dicha diferencia en el respeto irrestricto de los derechos de las personas sobre todo el de opinión y decisión. Quizá muchos piensen que Chulucanas necesita un estilo autoritario para desarrollarse, sin embargo las mejores experiencias de desarrollo que existen a nivel Municipal tienen como Alcaldes a personas que aprecian mucho la democracia como son los casos del Distrito de Limatambo en el Cusco, Quillo en Huaraz y Loja en el Ecuador. Por el contrario, los gobiernos autoritarios antes de ser auténticos motores del tan ansiado desarrollo, han terminado por ser albergue de la corrupción que paradójicamente, el Sr. Montenegro promete combatir.
Una de las segundas razones por las que no apoyo la candidatura del Mayor tiene que ver con sus denuncias pendientes. Chulucanas tiene una amarga experiencia con la candidatura del Sr. Edy Farías, actual Alcalde de la tierra del mango, Limón y cerámica, quien en su oportunidad candidateó y ganó las elecciones y días antes de asumir el cargo quedó impedido de ser Alcalde por una sentencia en su contra y ya todos conocemos el desgobierno en el que se sumió la provincia; Una alcaldesa, vacada luego, otro Alcalde, vacado también y otro Alcalde. En el caso del Mayor había una denuncia en su contra por delito de lesa humanidad en la modalidad de tortura y lo que muchos pronosticábamos ha sucedido antes de lo esperado y hoy, el Mayor, está declarado reo contumaz ya que como todos sabemos en caso de delito de tortura no existe la modalidad de sentencia suspendida sino que todas son efectivas con mínimo de cinco años de prisión. Una situación lamentable pero que ya nos advierte que la historia se puede volver a repetir en caso que el amigo Rambo llegue a ser Alcalde: vacancia, sube su primer regidor y los cholocanos terminamos teniendo un alcalde por el que nadie votó.
Como dije al inicio, no estoy en contra de la candidatura del Sr, Montenegro pero frente a lo que está sucediendo en términos legales con su persona, el Mayor le debe una explicación, no al pueblo de Chulucanas, sino a la gente que lo sigue y lo apoya, a aquellos que creen en su propuesta y en su persona y agotan todo su esfuerzo por llevarlo a palacio municipal. No a la población de Chulucanas porque no todos compartimos sus ideas, propuestas y estilo que, claro está, no rechazamos, por el contrario, respetamos bajo los principios democráticos de la pluralidad y libertad, algo que los demócratas estimamos en grande.
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