Piura. Cinco agrupaciones regionales se pusieron de acuerdo en puntos comunes y suscribieron la posibilidad de ir juntos en las próximas elecciones regionales y municipales. Sus líderes Javier Atkins Lerggios, Santiago Paz López, Jorge Camino Calle, José Neira Arisméndiz y Maximiliano Ruiz Rosales, decidieron dar un paso que regularmente en proyectos personales no se ve.
Según sus promotores, próximamente se definirán las candidaturas y el programa que ejecutarían en caso de ser gobierno. En tanto, cada movimiento aporta lo suyo en la construcción de esta alianza electoral regional que se encuentra contemplada en la Ley de Partidos Políticos.
Se ha especul
ado que esta unidad lograda sería para enfrentar al candidato aprista. Sin embargo, en la reunión donde se consolidó esta propuesta electoral, quedó claro que el objetivo es mayor. Es decir, según el documento suscrito que consta de 8 puntos, rescatan que Piura como región tiene potencialidades que no se usan adecuadamente o que se encuentran en su calidad de no utilizadas.
Una potencialidad es un recurso que permite a un territorio impulsarse. En ellas está el sustento para avanzar, algo que la región Piura requiere para hacer crecer su Producto Bruto Regional y consecuentemente mejorar el ingreso y la calidad de vida de los piuranos. No se trata de decir tenemos tales riquezas, sino que ellas permitan responsablemente ser el sustento de los más de un millón y medio de piuranos.
La proliferación de candidatos es la expresión de la precariedad democrática y la crisis de gobernabilidad que afecta a los peruanos. Lograr unidad no es fácil, implica deponer las aspiraciones y ambiciones y supeditarlas al interés general. Lamentablemente en Perú no existe un ejemplo de esta naturaleza y se espera que en Piura este ensayo no sea un remedo y una réplica de experiencias como el FREDEMO, Unidad Nacional o la misma Izquierda Unida.
Si prima la búsqueda de "acumulación de poder" que es lo que caracteriza a colectivos de esta naturaleza, el fracaso será previsible y de eso no hay duda. La presencia de personas vinculadas a esas viejas prácticas quizá es el punto más vulnerable del grupo de los "cinco".
Aunque los promotores de la alianza electoral piurana tratan de desvirtuarla; la balanza para la candidatura presidencial se inclina a favor de Javier Atkins Lerggios. Atkins, es un funcionario bancario con 30 años de experiencia. Incursionó en la política regional a pedido de José Aguilar Santisteban y para sus seguidores "el triunfador real de las elecciones del 2006". Para los analistas es el que se encuentra mejor posicionado en la imaginaria popular y sus cualidades personales y profesionales lo ayudan mucho.
Sin embargo, desplazarse en grupos dispares siempre será un arte de negociación. Se deberá definir el candidato a la vicepresidencia y los consejeros regionales. Asimismo, deberán consensuar las candidaturas provinciales y distritales y tales acciones es arte de "filigrana" y allí estará expuesta la capacidad de los que promueven la alianza y la voluntad de concertar de sus integrantes.
Para fuentes de Piura para Todos, movimiento que forma parte de esta Unidad, esperan que Santiago Paz vaya a la vicepresidencia. Aceptarían el liderazgo de Construyendo Región en la presidencia con Javier Atkins. De ser así, el rol que debe asumir Maximiliano Ruiz Rosales, es confuso. El ex alcalde de Morropón y actual directivo del CIPCA, ha sido el más entusiasta promotor de esta conjunción electoral. Sus seguidores creen que tiene el perfil adecuado para ser vicepresidente, situación que entraría en colisión con la gente de Piura para Todos.
Experiencias como las del FREDEMO donde la Unidad no era más que repartija, debe tenerse en cuenta en esta iniciativa electoral. Si los "unidistas" se inclinan por cubrir cupos repartiéndose candidaturas y futuras gerencias, el fracaso sería antelado y el conflicto venidero. Las experiencias son múltiples para colegir que unidades de esta naturaleza no funcionan.
El otro integrante de la Alianza es Jorge Camino Calle. El ex alcalde de Sullana y líder del movimiento Alternativa para la Paz y el Desarrollo, tiene como única expectativa ser candidato a alcalde de su provincia. Actualmente se encuentra fortalecido con la absolución penal y por la precaria gestión de Jaime Bardales. Su movimiento no tiene mayores ambiciones regionales y es probable que solo esperen colocar entre sus militantes al consejero regional que corresponde.
Pepe Neyra, en representación de un grupo de los nacionalistas no muestra mayores ambiciones que de ser partícipes en la conformación del grupo regional. Quizá la presencia de muchos de sus seguidores han precarizado la iniciativa de Unidad, sin embargo, por lo que está en juego, es entendible que el grupo aprista se asuste cuando ve consistencia en las candidaturas.
Si los actuales "unidistas" ven este proceso como fortaleza para derrotar al Apra, se estarían equivocando en su estrategia. El "anti" siempre deriva en respuestas conflictivas. Una unidad debe fortalecerse con objetivos mayores que se pueden plantear en planes de gobierno, pero que nadie garantiza que en el futuro se tenga la capacidad o voluntad para hacerlos reales. Existen experiencias en ese sentido. No siempre lo que se dice se hace y los piuranos han sido decepcionados.
Por lo tanto, un primer compromiso debe ser ético y moral. Para responder con seriedad y responsabilidad las acciones futuras a favor de Piura y no en la expresión de prácticas unipersonales y autoritarias. Es decir, algo difícil de lograr y que solo el buen tino y la capacidad de los promotores de este grupo pueden lograr.
Piura necesita Unidad?. Si. Las ambiciones?. Si se imponen, todo lo realizado será un bodrio. Veremos que pasa.
Según sus promotores, próximamente se definirán las candidaturas y el programa que ejecutarían en caso de ser gobierno. En tanto, cada movimiento aporta lo suyo en la construcción de esta alianza electoral regional que se encuentra contemplada en la Ley de Partidos Políticos.
Se ha especul
ado que esta unidad lograda sería para enfrentar al candidato aprista. Sin embargo, en la reunión donde se consolidó esta propuesta electoral, quedó claro que el objetivo es mayor. Es decir, según el documento suscrito que consta de 8 puntos, rescatan que Piura como región tiene potencialidades que no se usan adecuadamente o que se encuentran en su calidad de no utilizadas.Una potencialidad es un recurso que permite a un territorio impulsarse. En ellas está el sustento para avanzar, algo que la región Piura requiere para hacer crecer su Producto Bruto Regional y consecuentemente mejorar el ingreso y la calidad de vida de los piuranos. No se trata de decir tenemos tales riquezas, sino que ellas permitan responsablemente ser el sustento de los más de un millón y medio de piuranos.
La proliferación de candidatos es la expresión de la precariedad democrática y la crisis de gobernabilidad que afecta a los peruanos. Lograr unidad no es fácil, implica deponer las aspiraciones y ambiciones y supeditarlas al interés general. Lamentablemente en Perú no existe un ejemplo de esta naturaleza y se espera que en Piura este ensayo no sea un remedo y una réplica de experiencias como el FREDEMO, Unidad Nacional o la misma Izquierda Unida.
Si prima la búsqueda de "acumulación de poder" que es lo que caracteriza a colectivos de esta naturaleza, el fracaso será previsible y de eso no hay duda. La presencia de personas vinculadas a esas viejas prácticas quizá es el punto más vulnerable del grupo de los "cinco".
Aunque los promotores de la alianza electoral piurana tratan de desvirtuarla; la balanza para la candidatura presidencial se inclina a favor de Javier Atkins Lerggios. Atkins, es un funcionario bancario con 30 años de experiencia. Incursionó en la política regional a pedido de José Aguilar Santisteban y para sus seguidores "el triunfador real de las elecciones del 2006". Para los analistas es el que se encuentra mejor posicionado en la imaginaria popular y sus cualidades personales y profesionales lo ayudan mucho.
Sin embargo, desplazarse en grupos dispares siempre será un arte de negociación. Se deberá definir el candidato a la vicepresidencia y los consejeros regionales. Asimismo, deberán consensuar las candidaturas provinciales y distritales y tales acciones es arte de "filigrana" y allí estará expuesta la capacidad de los que promueven la alianza y la voluntad de concertar de sus integrantes.
Para fuentes de Piura para Todos, movimiento que forma parte de esta Unidad, esperan que Santiago Paz vaya a la vicepresidencia. Aceptarían el liderazgo de Construyendo Región en la presidencia con Javier Atkins. De ser así, el rol que debe asumir Maximiliano Ruiz Rosales, es confuso. El ex alcalde de Morropón y actual directivo del CIPCA, ha sido el más entusiasta promotor de esta conjunción electoral. Sus seguidores creen que tiene el perfil adecuado para ser vicepresidente, situación que entraría en colisión con la gente de Piura para Todos.
Experiencias como las del FREDEMO donde la Unidad no era más que repartija, debe tenerse en cuenta en esta iniciativa electoral. Si los "unidistas" se inclinan por cubrir cupos repartiéndose candidaturas y futuras gerencias, el fracaso sería antelado y el conflicto venidero. Las experiencias son múltiples para colegir que unidades de esta naturaleza no funcionan.
El otro integrante de la Alianza es Jorge Camino Calle. El ex alcalde de Sullana y líder del movimiento Alternativa para la Paz y el Desarrollo, tiene como única expectativa ser candidato a alcalde de su provincia. Actualmente se encuentra fortalecido con la absolución penal y por la precaria gestión de Jaime Bardales. Su movimiento no tiene mayores ambiciones regionales y es probable que solo esperen colocar entre sus militantes al consejero regional que corresponde.
Pepe Neyra, en representación de un grupo de los nacionalistas no muestra mayores ambiciones que de ser partícipes en la conformación del grupo regional. Quizá la presencia de muchos de sus seguidores han precarizado la iniciativa de Unidad, sin embargo, por lo que está en juego, es entendible que el grupo aprista se asuste cuando ve consistencia en las candidaturas.
Si los actuales "unidistas" ven este proceso como fortaleza para derrotar al Apra, se estarían equivocando en su estrategia. El "anti" siempre deriva en respuestas conflictivas. Una unidad debe fortalecerse con objetivos mayores que se pueden plantear en planes de gobierno, pero que nadie garantiza que en el futuro se tenga la capacidad o voluntad para hacerlos reales. Existen experiencias en ese sentido. No siempre lo que se dice se hace y los piuranos han sido decepcionados.
Por lo tanto, un primer compromiso debe ser ético y moral. Para responder con seriedad y responsabilidad las acciones futuras a favor de Piura y no en la expresión de prácticas unipersonales y autoritarias. Es decir, algo difícil de lograr y que solo el buen tino y la capacidad de los promotores de este grupo pueden lograr.
Piura necesita Unidad?. Si. Las ambiciones?. Si se imponen, todo lo realizado será un bodrio. Veremos que pasa.
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